26.2.12

TODAS TENEMOS DERECHO A UNA INYECCIÓN DE COLÁGENO

Por Sara G.


Hablaba hace unas semanas con unos amigos (hombres) sobre las diferencias de edad en las relaciones, pero no del típico hombre adulto con mujer joven, sino del caso contrario que cada vez es más frecuente, mujeres (adultas o jóvenes) saliendo con hombres menores. En fin, me decían que para ellos ya parece ser algo común, sobre todo porque a quien no le gusta vanagloriarse de haber tenido una experiencia (lo que se traduce en resultar interesante) para una “veterana”, y con este título no me refiero a una mujer de 40 años y puede que ni siquiera tenga que llegar a la de 30.

Esto me puso a pensar: salir con hombres más jóvenes que una, puede que para muchas, a diferencia de ellos, no suene como algo de lo cual nos sentiríamos orgullosas; para nosotras (con crianza ochentera marcada por madres que se perdieron la liberación sesentera) resulta un poco vergonzoso, te dices a ti misma, pero como podría hacerlo, es un niño (puede que ustedes no, pero yo le llamo niño a todo lo que tiene tres años menos que yo) o que podríamos tener en común, o la típica, no estoy para cambiar pañales o todas las que hayan dicho o pensado alguna vez para negarse que ese muchacho las hace removerse en sus pantalones y que al escuchar su edad maldicen porque no pudo haber nacido unos años antes.

Yo nunca he salido y mucho menos me he ennoviado con un hombre más joven que yo, pero si pude disfrutar (saborear, sería la palabra correcta) a uno de ellos, y es que como diría una amiga: todas tenemos derecho a una inyección de colágeno, y aunque yo no lo volvería hacer (sigo creyendo que las diferencias de edades es un factor muy importante en las relaciones sentimentales) todas deberíamos probarlo alguna vez si es que nos llega la oportunidad.

¿Por qué? Simplemente que en esta vida es necesario probar de todo. Si puede que no resulte como lo esperabas y tu termines enseñándole algunas cosas a él, alégrate, harás felices a muchas otras mujeres y ten por seguro que en este mundo habrá un hombre que siempre te recordara con una sonrisa. O puede que pase lo contrario, y descubras que de niño solo tiene la cara.

Si se te das la oportunidad de inyectarte colágeno ten en cuenta:

Deja de lado tus prejuicios, si te preocupas tanto por la diferencia edad, porque él no sea lo suficiente maduro o por el que dirán, entonces no lo disfrutaras. Sin embargo no esperes a tener una relación estable, hagan acuerdos y tomen de cada uno lo que necesiten, puede que suene frívolo pero es mejor tener las cosas claras, y así cada uno podrá concluir sin resentimientos.

Hay que tener claro que este tipo de relaciones está basada principalmente en el sexo (bueno, quizás no se llegue a eso, pero eso es lo que se busca) y no está mal, dejar que solo lo físico sea lo que intervenga y no las emociones es mejor, si, puede que para nosotras las mujeres sea difícil, pero no es imposible.

Lo que me lleva a recomendar, no se enamore. Los celos son inevitables, la añoranza y la excitación también, pero el amor es preferible que no, porque como lo dije, las diferencias de edades marcan un filo muy grande en las relaciones, yo o tú con 24, 25, 26 (y ni decir con 28 años) lo más probable es que no tengamos muchas metas o necesidades semejantes a alguien de 19, 20, o hasta 23 años, y no digan lo contrario que es verdad. Y una relación no se puede mantener solo con amor. Ahora, si te enamoras, que remedios, ama, sufre, llora y luego cómprate un manual para desenamorarse (o simple mente ama, porque hay casos de casos) 

Date cuenta, unas proteínas extras no hacen mal, al final lo más seguro es que tendrás un buen recuerdo, eliminaras arrugas y disfrutaras de tu tiempo libre, nada mal ¿eh?



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